Fuego eterno no, pero sí algo más tenue. Una reprensión
breve, como una regañina que en el fondo deseas: un Eso no se hace, un Pídeles
perdón. De modo que tus víctimas digan
-Sí, te perdono. Te
perdonamos. Nadie te pide cuentas. Era fácil ser malo. Era fácil dañar. Y lo
otro, lo contrario, era difícil. Así que perdonado. Y ahora ven con nosotros,
no te quedes ahí solo. Vamos, únete al grupo. Ven.