Querría
creer que no era maldad: que lo parecía, pero no lo era.
Querría
pensar que no eran malvados: que simplemente estaban confundidos.
Querría
concluir que “maldad” es sólo equivocación que hace sufrir: una forma dañina
del error.
Declive abajo ruedan las palabras, cayendo sin que nadie las empuje. Y se paran, por fin, al verse escritas. /////// SAIZ DE MARCO